miércoles, 7 de agosto de 2013

El dragón que no podía echar fuego por la boca



Había una vez en un país muy  muy  muy lejano, donde vivía un dragón, que no sabía lanzar fuego por la boca.
Se sentía triste por ello y decidió ir a clases para aprender a lanzar fuego. Pasó un mes y dos mese y al tercer mes… el pequeño dragón seguía sin saber echar fuego. Preocupado, se lo dijo a su madre y ella no sabía que hacer para ayudarle.
Un día un dragón muy malo que llegó a la ciudad, los vio y como el pequeñín no sabía lanzar juego, lo cogió y lo encerró en un lugar oscuro y con murciélagos.
El pequeño dragón intento e intentó echar fuego…  ¡¡pero no podía!! No había comido nada desde hacía tres días y entonces al soplar muy fuerte de nuevo le salió una chispa de fuego y una gota de agua. Descubrió que era un dragón llamado “Aguafuego” y echaba agua por la boca y fuego por las orejas.  ¡¡Era el único dragón que podía hacerlo!!
Entonces, quemó y echó agua al dragón malo. Éste marchó corriendo hacia su país y “Aguafuego” se escapó y fue a ver a su madre. Le contó la historia alucinante que había vivido.
Desde ese día “Aguafuego” y sus amigos fueron felices y comieron lombrices, colorín, colorado este cuento se ha acabado y por la chimenea se ha esfumado.





Claudia Pruneda

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