Había una
vez un niño llamado Ángel que soñaba con dar una vuelta y volar en globo. Un día, el niño, se escapó de casa y
se fue a volar en un globo.
Voló sobre
Nava, pasó por Rodiles, sobrevoló Peñamayor y después quiso pasar sobre la
ciudad de Oviedo ¡¡se lo estaba pasando genial! Le maravillaba sentirse tan
cerca de las nubes. Las veía y se imaginaba formas de animales y de cosas. La
brisa le acariciaba la cara y él se sentía libre.
Ángel seguía
volando sobre Oviedo y cómo vivían en esa ciudad, sus padres lo vieron pasar.
De pronto, un gran pájaro le intentó coger. El ave era muy grande, sus plumas
eran marrones y el pico era muy largo y de color naranja claro.
Ángel se
sintió preocupado. Comenzó a sudar por el miedo. Sus manos temblaban y se cogió
a las cuerdas del globo. El pájaro pinchó el globo con su pico, pero… sus
padres que estaban mirando, se apresuraron a poner una gran colchoneta para
controlar la caída.
El niño echó
a correr a los brazos de sus padres y estos le abrazaron con fuerza.
Desde aquel
día Ángel fue siempre feliz y sus padres también.
Claudia Pruneda
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